lunes, 12 de noviembre de 2007

Dios es Amor

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que crea en él, no perezca, sino que tenga vida eterna" (San Juan 3:16).

"Estas cosa os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:13).

Tu invitación para encontrar y conocer a Dios
Si quiere conocer a Dios y aceptar la invitación de Jesucristo de aceptarlo en su corazón y vida como Señor y Salvador personal, esta oración le ayudará a hacerlo:

Querido Dios, confieso que soy un pecador y que me arrepiento por todo lo mal que he hecho. Creo que tu Hijo, Jesucristo, quien murió en la cruz por mis pecados. Por favor darme Su perdón. Yo te invito, Jesucristo, a que entres en mi corazón y mi vida como mi Señor y Salvador. Yo entrego y confío mi vida a ti. Por favor dame el deseo de ser lo que tú quieres que sea, y el coraje para hacer lo que tú quieres que haga. Gracias por morir por mis pecados. Gacias por tu perdón que es gratis, por el regalo de vida eterna y por escuchar y responder a mis oraciones. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amen.

Aquí está la Gran Aseguranza: Cuando ora para invitar a Jesucristo entrar su vida y su corazón y lo hace sinceramente, usted es ya un verdadero cristiano y tiene el regalo de una nueva vida espiritual así como el de vida eterna. Usted es también un hijo de Dios y un miembro de su familia.1 Dios promete esto. Escoja el aceptar este hecho por fe y no por sus sentimientos. Los sentimientos cambian, pero la Palabra de Dios nunca lo hace.

La Palabra de Dios dice, “Y este es el testimonio; que Dios nos ha dado vida eterna; y ésta vida está en su Hijo. Él que tiene al Hijo tiene la vida; él que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios para que sepan que tienen vida eterna.”2

También, cuando ora para recibir a Jesucristo en su vida, nace en usted la vida espiritual. Esta vida necesita cuidado y nutrición, así como su vida física lo necesita. ¡Qué Dios le bendiga en todo lo que usted es y en todo lo que hace, y le ayude a vivir una vida que complace a Dios! Asegúrese de orar cada día y recuerde a pedir de Dios que le ayude vivir como Jesús y que su vida refleja Su presencia en todo lo que toque.

1. Vea 1 Corintios 5:17 y San Juan 1:12. 2. 1 Juan 5:11-13.

No hay comentarios: